Herpes labial (niño)
Herpes labial (también llamada ampollas febriles) es una infección viral común alrededor de los labios o dentro de la boca. Es causada por el virus del herpes simple. Se propaga fácilmente de una persona a otra. La gente suele estar expuesta al virus por primera vez en la niñez. Pero no todas las personas que tienen el virus desarrollarán un herpes labial.
Un herpes labial comienza como una o más ampollas dolorosas en el labio o dentro de la boca. Las ampollas se abren y se forman costras. Por lo general desaparecen en el plazo de 1 semana. Cuando su hijo tenga su primer herpes labial, también puede tener fiebre y dolor de boca y garganta. Una vez que el herpes labial desaparece, puede volver a aparecer en el mismo lugar. Esto se debe a que el virus permanece en el cuerpo. Después del primer “brote”, sin embargo, otros síntomas, como la fiebre, suelen ser leves o no vuelven a aparecer.
La frecuencia del herpes labial varía de un niño a otro. Algunos nunca tendrán un herpes labial. Otros tendrán varios cada año. Algunos factores que pueden desencadenar la reaparición de un herpes labial incluyen:
-
Estrés emocional.
-
Otra enfermedad (resfrío, gripe o fiebre).
-
Exposición intensa al sol.
-
Exceso de esfuerzo y fatiga.
-
Menstruación.
El herpes labial puede propagarse a otras personas. Un niño puede comenzar a propagar el virus del herpes labial unos días antes de que aparezca la llaga. La llaga continúa siendo contagiosa hasta que desaparece.
Cuidados en el hogar
-
Si a su hijo se le recetaron medicamentos, déselos según lo indicado por el proveedor de atención médica. Puede usar medicamentos de venta libre según lo indicado en función de la edad y el peso para la fiebre o las molestias. Nunca se debe usar aspirina en una persona menor de 18 años que esté enferma con fiebre. Puede causar enfermedad grave o muerte. Si su hijo tiene enfermedad hepática o renal crónica o si alguna vez tuvo una úlcera gástrica o sangrado gastrointestinal, hable con el proveedor de su hijo antes de administrar estos medicamentos.
-
Aplicar vaselina en una llaga con un hisopo desechable con punta de algodón puede ayudar a aliviar el dolor. Consulte al proveedor de su hijo antes de usar cualquier otra crema o pomada.
-
Para el dolor intenso, envuelva un cubo de hielo en un paño y pídale a su hijo que lo aplique en la llaga durante unos minutos por vez. Los niños mayores pueden enjuagarse la boca con un vaso de agua tibia mezclado con una cucharadita de bicarbonato de sodio para aliviar el dolor.
-
No le dé a su hijo alimentos ácidos (frutas cítricas y tomates).
-
Enséñele a su hijo a no tocar el herpes labial. El virus puede causar una llaga en el dedo. Es especialmente importante que el niño no toque la llaga y luego se toque los ojos. El virus puede propagarse a los ojos.
-
Cuando su hijo tiene un herpes labial , asegúrese de que su hijo:
-
Se lava las manos a menudo.
-
No besa a otros.
-
No comparte vasos para beber , utensilios, toallas o cepillos de dientes.
-
Limpie los juguetes de su hijo con un desinfectante.
-
Haga que su hijo use un sombrero y protector solar en los labios antes de exponerse al sol.
-
Niños con llagas en los labios con drenaje abierto no deben ir a la escuela o a la guardería hasta que las llagas formen una costra.
-
Enséñeles a todos los miembros de la familia a lavarse correctamente las manos. Deben mojarse las manos con agua corriente limpia y lavar todas las áreas de las manos, incluida la parte posterior de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas. Deben restregar las manos durante al menos 20 segundos. Si necesitan un cronómetro, pueden intentar tarareando la canción de “Feliz cumpleaños” desde el principio hasta el final dos veces. Enjuáguese bien las manos y séquelas con una toalla limpia.
Atención de seguimiento
Haga un seguimiento con su proveedor de atención médica según lo que le indique nuestro personal.
Cuándo consultar al médico
Comuníquese con el proveedor de atención médica de su hijo de inmediato si:
-
Su hijo tiene dolor, enrojecimiento o secreción del ojo.
-
Su hijo no puede comer o beber debido al dolor.
-
Su hijo tiene dolor de cabeza.
-
La tos de su hijo aumenta.
-
Los síntomas empeoran o aparecen síntomas nuevos.
Llame al 911
En raras ocasiones, el virus puede propagarse a otras partes del cuerpo, como los pulmones o el cerebro.
Llame al 911 si se produce alguna de las siguientes opciones:
-
Irritabilidad inusual
-
Somnolencia
-
Confusión
-
Cuello rígido
-
Convulsiones
-
Dificultad para respirar